Hoy en día, hablar de
las Dificultades de Aprendizaje se ha convertido en un acto conceptual de
extrema complejidad debido a las grandes controversias que se han suscitado en
atención a la multiplicidad de representaciones sociales construidas alrededor
del campo de la Educación Especial.
Entrar en dicho debate implica la necesidad de develar las creencias y
valores implícitos en un discurso cargado de
elementos políticamente correctos
que en el trasfondo insisten en homogeneizar el producto humano de la escuela,
es decir, nuestros alumnos; así como en crear mecanismos inclusivos que se empeñan
en la necesidad de excluir al Otro
diferente. Esto nos enfrenta con la
incógnita sobre los reales alcances de nuestro sistema educativo y por
consiguiente, las constantes propuestas de formación sustitutiva ante la oculta
negación del sentimiento de Alteridad. En tal sentido, se hace pertinente en la
actualidad preguntarnos si el campo educativo que históricamente se ha
orientado a la atención de aquellos escolares que por diversas razones se han
salido de los rangos normalizadores
establecidos por la sociedad, el campo de las Dificultades de Aprendizaje, necesita
continuar… cambiar o transformarse, no solo en su discurso, sino también en sus
implicaciones pedagógicas y por consiguiente, en la formación del docente.
El planteamiento
expuesto nos lleva, a mirar en profundidad qué entendemos (antes y ahora) por
Dificultades de Aprendizaje, si esta manifestación nos remite a algo diferente o simplemente a una
diferencia manifiesta en los entornos escolares. Ahora bien, dilucidar esta controversia más
que delimitar a un grupo específico de sujetos, abre el abanico de
comprensiones y miradas sobre el mismo.
Por consiguiente, el abordaje pedagógico de la población en cuestión
podría girar a espacios que buscan respetar la real naturaleza del ser humano y
la formación asertiva de una persona crítica y productiva para sí mismo y la
sociedad donde se desenvuelve.
Esto conlleva, a su
vez, repensar la formación del docente especialista en Dificultades de
Aprendizaje, de manera que este profesional sea capaz de entender las múltiples
diferencias entre las personas, pero no desde la perspectiva de la mismidad; sino desde la mirada donde la
diferencia no está en el Otro, pues
ella es evidente en los cotidianos y profundos intercambios entre todos Nosotros.
Dra. Lidmi Fuguet
Presidenta de CAVIE
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ResponderBorrarHola Lidmi. Gusto en saludarte de nuevo. Interesante reflexión: la escuela tradicional debe entender que cada alumno tiene su propio ritmo de aprendizaje y también despojarse de paradigmas. ¿Pórque el aprendizaje tiene que ser un proceso estandarizado e inflexible? ¿Si no se aprenden las cosas a la manera en que el docente está acostumbrado a hacerlo, entonces el estudiante se sale de la norma?.
ResponderBorrarAyskel Silva
Hola Ayskel, saludos de mi parte, ciertamente lso involucrados a los espacios escolares debemos depojarnos de esos parámetros estereotipados y de la cultura homogeneizante escolar para acercarnos a un escuela comprometida con la educación para Todos, una escuela Posible!
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